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Estudios han determinado que la pérdida de la biodiversidad aumenta las posibilidades de que se presenten nuevas pandemias; por eso, en el Día Mundial de la Diversidad Biológica, la ONU hace un llamado para que los ciudadanos adopten medidas que preserven nuestro patrimonio natural.

Perú es un país sorprendente. Es la segunda nación latinoamericana con la mayor extensión de bosques tropicales y uno de los cuatro países más megadiversos del planeta, pues alberga diversas variedades de plantas, animales y microorganismos, así como diferentes cultivos, razas de ganado y variedad de ecosistemas, entre lagos, bosques, desiertos, campos agrícolas, etc.

Sin embargo, este patrimonio natural está en riesgo. En los últimos años se ha visto amenazado por la intensa extracción de los recursos naturales, la cual ha sido tan agobiante que ha dejado a más de 200 especies en peligro de desaparecer.

Los recursos que nos brinda nuestro territorio son muy importantes. No solo porque albergan vida y permiten múltiples interacciones entre humanos, plantas y animales con su entorno: el agua, aire y suelo, sino porque tienen un gran potencial para contribuir con el desarrollo nacional y ayudar especialmente a las poblaciones menos favorecidas que se ubican en el ámbito rural.

Este aprovechamiento es posible siempre y cuando los recursos se usen sosteniblemente y se impulse su transformación y valor agregado con una visión de inclusión y equidad. Algo que lamentablemente actualmente no se está cumpliendo como debería.

La diversidad contra las pandemias

Según las Naciones Unidas, la pérdida de la diversidad no solo amenaza al Perú, sino a todo el mundo y afecta todos los ámbitos, incluso la salud, pues existen pruebas de que esta problemática está asociada al aumento de casos de zoonosis, es decir de las enfermedades transmitidas de los animales a los humanos.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que en los últimos 40 años, el 70% de las infecciones en humanos han sido casos de zoonosis transmitidos por animales salvajes, detrás del cual estaría el deterioro de la biodiversidad.

Es que, según explican los expertos, la diversidad de especies dificulta la propagación veloz de los patógenos y establece dos mecanismos de protección: por dilución, que es cuando un virus alcanza un huésped intermedio en el que no consigue un medio óptimo para prosperar y ya no sigue contagiando; y por amortiguamiento, que es cuando un virus alcanza un huésped intermedio cuya diversidad genética le permite adaptarse a él y volverse resistente.

Estos mecanismos permiten que los virus se queden en el medio ambiente y ya no lleguen a los seres humanos, lo que podría significar que, si los países logran mantener su diversidad biológica estable y se rodean de ecosistemas saludables, funcionales y ricos en especies, esta podría ser una gran herramienta en la lucha contra las pandemias, como las causadas por los coronavirus.

La diversidad biológica purifica el aire que respiramos, limpia el agua que bebemos y produce la variedad de alimentos que necesitamos para mantenernos saludables y resistir enfermedades.

Situación que preocupa

Sin embargo, hasta ahora los ciudadanos del mundo no han tomado en cuenta la importancia de la diversidad. Según la ONU, la actividad humana ha alterado tres cuartas partes del medio ambiente terrestre y alrededor del 66% del medio marino. Además, de acuerdo al último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES), más de un millón de especies de animales y vegetales están en peligro de extinción.

Se calcula que en el mundo tres especies desaparecen cada hora, de 100 a 150 especies desaparecen cada día y de 15,000 a 80,000 especies desaparecen cada año. “Con este panorama general y el escenario del coronavirus, nuestra prioridad inmediata es evitar la propagación del COVID-19 pero, a largo plazo, es importante abordar la pérdida de hábitat y biodiversidad”, señaló la ONU en un comunicado.

El organismo internacional agregó que actualmente más de 3,000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1,600 millones dependen de los bosques. En ese contexto, conservar todas las especies no se considera solo un objetivo ambientalista, sino que es vital para garantizar la supervivencia humana.

Amplia diversidad peruana

El Perú no es ajeno a esa realidad. Pese a las amenazas, la biodiversidad es un importante activo que representa gran parte de los ingresos económicos y de exportación de nuestro país y nos otorga ventajas competitivas sostenibles.

Actualmente, de acuerdo al Ministerio del Ambiente, el Perú:

  • Posee 19,147 especies de flora, de las cuales 7,590 son endémicas.
  • Es el primer país en diversidad de mariposas diurnas, con 4,441 especies.
  • Es el tercer país con más variedad de aves, con 1,857 especies.
  • También el sexto en mayor riqueza de reptiles del mundo, con 469 especies.
  • Ocupa el cuarto lugar en mamíferos, con 559 especies.
  • Tiene el tercer puesto en anfibios, con 623 especies.
  • Posee 1,141 especies de peces continentales.
  • Asimismo, 1,090 especies de peces marinos.
  • Tiene 500 especies de peces ornamentales con gran potencial socioeconómico.
  • Está entre los cinco países con mayor diversidad de primates, con 56 especies registradas.
  • Alberga la orquídea de mayor tamaño del mundo, llamada Inkill (Sobralia altissima), que llega a medir hasta 13.4 m de alto y crece únicamente en el Bosque Nublado Amaru, en Huancavelica.
  • Posee aproximadamente 2,700 especies de orquídeas, de las cuales más de 800 especies crecen únicamente en el Perú.
  • Es el segundo país con mayor extensión de bosques amazónicos.
  • Su Amazonía ocupa alrededor del 76% del territorio nacional.
  • El 17.3% del territorio nacional son Áreas Naturales Protegidas.

Pese a esa amplia variedad y riqueza ambiental, muchas especies ya han sufrido consecuencias irreversibles o están a punto de hacerlo.

Las principales amenazas a la biodiversidad en el Perú son el cambio de uso del suelo ocasionado principalmente por la deforestación. Ello a causa del uso de madera, la expansión de la frontera agrícola para cultivos tradicionales y no tradicionales, la implementación de proyectos inmobiliarios e industriales y el crecimiento de la infraestructura para la construcción de carreteras, tendidos eléctricos y represas, entre otros. Los departamentos con mayores áreas deforestadas son Amazonas, Loreto y San Martín.

“Soy parte de la solución”

Ante esta situación, y en el marco del Día Mundial de la Diversidad Biológica, que se celebra cada 22 de mayo, la ONU ha escogido como lema relevante de la celebración “Soy parte de la solución”, a fin de crear conciencia sobre los beneficios que la conservación proporciona a las personas como una oportunidad para impulsar el desarrollo, a través de su uso sostenible.

El slogan busca reflexionar cómo, a pesar de todos los avances tecnológicos, seguimos dependiendo por completo de ecosistemas saludables si queremos disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio y energía.

¿Cómo proteger la diversidad?

Para contribuir con este propósito los expertos en conservación han compartido algunos consejos prácticos que la ciudadanía puede poner en práctica para ayudar a conservar la biodiversidad.

  • Nunca compre animales silvestres como mascotas. Los animales silvestres deben vivir en libertad, donde encuentren todo lo que necesitan para subsistir y reproducirse.
  • No extraiga plantas de las áreas naturales, pues será muy difícil que logren sobrevivir fuera de su ambiente natural. Además, contribuirá a alterar el equilibrio ecológico de esos espacios.
  • Nunca libere animales domésticos en áreas silvestres, así como tampoco plante árboles ajenos a sus áreas de origen. Las posibilidades de morir son altas, y si llegasen a prosperar, se comportarían como especies exóticas que pueden desplazar a las autóctonas.
  • Cuando vaya a un área natural, respete la paz y tranquilidad de esos ambientes. Evite generar ruidos, extraer materiales vivos o muertos o contaminar esos espacios.
  • No toque los nidos de las aves, tortugas, cocodrilos u otros animales, ni tampoco sus crías. Podrían ser abandonados por sus padres y morirían.
  • Al manejar en carreteras en áreas naturales, hágalo con cuidado para no atropellar a algún animal que pueda usar la vía como corredor natural.
  • Evite hacer fogatas en ambientes naturales. No solo contribuye con el cambio climático, sino que podría ocasionar incendios que destruyen ecosistemas naturales.
  • Al visitar zoológicos o acuarios, asegúrese que los animales estén bien cuidados, y que tengan todo lo que necesitan para vivir. Usualmente un buen zoológico o acuario posee animales libres y desarrollan programas para garantizar su supervivencia.
  • Al visitar jardines botánicos, asegúrese de que las colecciones de plantas estén bien cuidadas, con planes y programas que garanticen su reproducción y reintroducción.
  • No utilice semillas de especies exóticas en su casa o jardín, pues sin querer, estará promoviendo su dispersión.
  • Si encuentra animales enfermos o atropellados, avise a las autoridades locales, para que actúen a la mayor brevedad.
  • A la hora de comprar muebles de madera, asegúrese que provenga de plantaciones sustentables, debidamente certificadas.
  • Prefiera productos orgánicos, producidos con bajo uso de plaguicidas y fertilizantes.
  • Participe en actividades de voluntariado con asociaciones civiles, ONG, empresas o gobiernos que promuevan la protección y el cuidado de la biodiversidad, como:

CIMA – Centro de conservación, investigación y manejo de áreas naturales

Apeco – Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza

Pronaturaleza – Fundación Peruana para la Conservación de la Naturaleza

Fondo Verde

La pandemia de COVID-19 es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de reinventar nuestra relación con la naturaleza y tratar de adoptar medidas para lograr una convivencia más amigable con el medio ambiente.

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