La producción nacional de cacao en grano en el Perú ha sido una historia de éxito, marcada por un crecimiento sostenido en la última década. Entre 2010 y 2019, esta industria creció a una tasa anual de 12.6 %, consolidándose como una de las actividades agrícolas más dinámicas del país. Este avance ha sido liderado por regiones como San Martín, Junín, Cuzco, Ucayali, Ayacucho, Amazonas y Huánuco, que en conjunto producen el 93 % del cacao nacional.
Cooperativas: el motor detrás del crecimiento
El éxito del cacao peruano radica, en gran parte, en el esfuerzo colectivo de pequeñas cooperativas. Según la Asociación Peruana de Productores de Cacao (Appcacao), más de 25 cooperativas representan a más de 30 000 familias productoras, quienes trabajan con dedicación para atender tanto los mercados internos como externos. Estas organizaciones no solo impulsan la producción, sino que también promueven el desarrollo social y económico en comunidades rurales.
Diversidad genética única
El Perú cuenta con 6 de las 10 familias genéticas de cacao que existen en el mundo. Esta diversidad es clave para la producción de cacaos finos y de aroma, que han permitido posicionar al país como el segundo productor mundial en estas categorías desde 2015, según datos de la Organización Internacional del Cacao (ICCO). De las 193 mil hectáreas cultivadas, el 75 % corresponde a cacao fino de aroma, lo que subraya el potencial del país en mercados especializados de alta calidad.
Exportaciones en auge
La exportación de derivados del cacao también ha mostrado un notable dinamismo. Entre 2010 y 2019, las tasas de crecimiento anual de productos como la manteca (20 %), el chocolate y demás preparaciones (14 %) y el cacao en polvo (10 %) reflejan la creciente demanda internacional. En 2019, los principales destinos de exportación fueron Países Bajos, Estados Unidos, Indonesia, Alemania, Italia y Bélgica, mercados que exigen altos estándares de calidad y sostenibilidad.
Europa: epicentro del consumo de chocolate premium
Europa desempeña un papel clave en la demanda de cacao, ya que concentra gran parte de la fabricación, exportación y consumo de chocolate a nivel mundial. Según Euromonitor, se prevé que el mercado de productos de confitería de chocolate orgánico crezca a una tasa media anual de 4.2 % entre 2020 y 2024, con Europa occidental liderando este crecimiento, seguido de Norteamérica.
El consumidor europeo de chocolates de especialidad no solo busca alta calidad, sino que también se interesa por las características agroclimáticas de las áreas de producción, la historia de los productores y el impacto social de la actividad. Además, las normativas de la Unión Europea exigen a la industria cacaotera alinear su producción con criterios económicos, sociales y ambientales, bajo estrictos requisitos de trazabilidad y sostenibilidad.
Cacao y salud: una tendencia al alza
En los últimos años, la salud y el bienestar han influido significativamente en las decisiones de compra de los consumidores de chocolate. Aunque persisten contradicciones entre aquellos que buscan indulgencia en momentos de estrés y quienes prefieren opciones más saludables, el cacao de calidad se ha posicionado como una alternativa que combina placer y beneficios para la salud.
El chocolate oscuro, en particular, ha ganado popularidad debido a su alto contenido de flavonoides, polifenoles y antioxidantes, compuestos que mejoran el flujo sanguíneo, disminuyen la presión arterial y regulan los niveles de colesterol. Además, un cacao de alta calidad permite reducir el contenido de azúcar sin sacrificar el sabor.
Innovación en productos derivados del cacao
La innovación en el mercado del cacao es una constante. Según la plataforma Mintel, en los últimos tres meses se registraron más de 7 473 lanzamientos de alimentos y bebidas elaborados a base de cacao, principalmente en categorías como panadería, repostería, postres, helados, snacks y cereales para el desayuno.
Estos lanzamientos reflejan una creciente demanda de productos funcionales y éticos, con características como cero grasas saturadas o reducidas (120 %), funcionalidad para el sistema inmunológico (105 %), productos aptos para diabéticos (217 %) y certificaciones éticas (62 %).
El futuro del cacao peruano
El cacao peruano está llamado a consolidarse como un referente mundial gracias a su calidad, diversidad genética y el compromiso de sus productores. Para ello, será fundamental seguir fortaleciendo las cooperativas, mejorar la profesionalización del cultivo y cumplir con las exigentes normativas internacionales.
El crecimiento sostenido de esta industria no solo beneficia a miles de familias en el país, sino que también contribuye a posicionar al Perú como un líder global en la producción de cacaos finos y sostenibles, cuyo aroma y sabor conquistan los paladares más exigentes del mundo.