La agricultura ecológica es una alternativa a la agricultura tradicional en la que se busca ser más amable con el medio ambiente. El objetivo se sigue manteniendo, tratar de seguir consiguiendo los mejores productos que la tierra nos puede dar, pero usando los propios recursos naturales. En este caso, se evita utilizar insecticidas, aerosoles y químicos que, aunque ayuden en la producción y la cosecha, al final resultan perjudiciales para la tierra.
Ventajas de la agricultura ecológica
Como es de esperarse, la agricultura ecológica trae una serie de ventajas tanto para el planeta tierra, como para nosotros mismos. Es importante destacar que, a diferencia de la agricultura tradicional, la ecológica suele ser más tardía en sus cosechas, cara y mayor mano de obra.
Lo que, a términos de mercado y para el consumidor, no suele ser tan favorable porque la producción es más tardía y más cara. Sin embargo, con el pasar de los años, estos pequeños problemas se han ido solucionando de a poco a poco.
Mayor preocupación por el medio ambiente
En vista de que se descartan muchos pesticidas y demás químicos, se contribuye con el medioambiente, porque estas sustancias suelen dañar la capa de ozono. Este es uno de los principales problemas del calentamiento global, por los agujeros que se abren en la capa de ozono por culpa de estos químicos.
Producción justa
La agricultura tradicional suele producir mucho más de lo que la oferta demanda, al final trae el desecho de mucho de lo que se cosecha. Con la agricultura ecológica, a pesar de ser más tardía, se suele producir lo justo y necesario, lo que disminuye o evita la pérdida. Ya no se desechan tantos productos.
Productos más sanos
Como no se utilizan ningún tipo de químicos para acelerar la producción y cosecha, tampoco para espantar a los insectos, la cosecha es más natural. Esto, a su vez, hace que los alimentos se “hagan” en tiempo natural, por último y como consecuencia de esto, nuestra alimentación será más sana. Ya no estaríamos consumiendo tantos químicos que, a largo plazo, podrían resultar perjudiciales para nuestro organismo.
Promueve a la salud del suelo
Así como mencionamos en el primer punto, se dejan de usar químicos, pesticidas y demás sustancias perjudiciales para el medioambiente. Esto no solo es beneficioso para la atmósfera, sino incluso para el propio suelo en donde se cosechan los productos. La tierra ya no estará sometida a sustancias químicas ni nada por el estilo, estará más sana y puede promover a cosechas más sanas también.
Bienestar de la fauna
La tierra y nosotros no somos los únicos que nos veremos beneficiados por esta agricultura ecológica. Los animales también lo serán, ya que al no ver presencia de químicos y demás, estos decidirán volver o quedarse en el área. Esto podría beneficiar al control de plagas y mucho más.
Promueve la biodiversidad
Al dejar de utilizarse estas sustancias de cosecha, la biodiversidad se producirá con más frecuencia. Esto ayudará a evitar que surjan enfermedades para la tierra, el cultivo y la fauna en el área, puesto que todo es natural.